El bitumen es una sustancia derivada del petróleo, conocida como un hidrocarburo semisólido producido durante el refinamiento del crudo. Entre sus aplicaciones más comunes se encuentra el pegamento bituminoso, un adhesivo fuerte y duradero utilizado en grandes proyectos de ingeniería, como la construcción de carreteras y la fijación de tachas reflectivas. Sin embargo, su capacidad de adherirse a superficies sólidas se ve afectada por la presencia de agua.
Su capacidad de unir una amplia gama de materiales lo convierte en una opción ideal para proyectos de ingeniería.
Utilizado en construcción de carreteras y fijación de tachas reflectivas, entre otros usos.
El bitumen representa un consumo mundial de aproximadamente 102 millones de toneladas al año, con el 85 % utilizado como agente ligante.
El pegamento bituminoso es ideal para unir materiales en grandes proyectos de ingeniería, como carreteras y tachas reflectivas, siempre que no haya agua presente en la superficie.
El pegamento bituminoso es más adecuado para grandes aplicaciones de ingeniería, mientras que el epóxico ofrece mayor adherencia en superficies donde el bituminoso podría fallar, como en presencia de humedad.
A nivel mundial, se consumen alrededor de 102 millones de toneladas de bitumen anualmente, de las cuales el 85 % se utiliza como agente ligante en la construcción.